martes, 17 de agosto de 2010

El Imparable.

Inventé un auto que no se detiene.
Lo tengo guardado en el garage y no se lo he mostrado a nadie, como es natural; Es basicamente un auto común y corriente, de esos rendidores que por lo general ocupan los taxistas, pero que gracias a mis décadas de estudio en mecánica, física y electrónica, no será capaz de parar jamás una vez que lo prenda.
Son muchas cosas en que pensar y llevo años tratando de resolverlas: Quienes serán mis acompañantes o si iré definitivamente sólo; Que comida llevaré para saciar mi hambre y mi sed; Que haré para retratar mi hazaña, quienes serán mis herederos. Y así muchas preguntas con las que dialogo desde que mucho hasta que vuelvo de la oficina.
Pienso en los paises que visitaré, la admiración que generará mi proeza humana y científica, la fugacidad de mi pasar en aquellos que no adviertan mis idas y venidas. Las revoluciones que en algunos paises se sustentarán con mi imagen y los descubrimientos que cambiarán paradigmas. Las parejas que se amarán al verme pasar y los niños que coleccionaran los juguetes con la figura de mi auto. Los parques con mi nombre y los ministerios que se crearán. Las canciones que se compondrán y los cuadros que se pintarán.

Allí está el auto esperando en mi garage y cada uno debiese saber cuando darle la marcha. Mañana empiezo así que me tengo que ir a dormir.

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